lunes, 7 de febrero de 2011

Tome la pluma y te empecé a escribir

Entre los sueños, esos que se vuelven reales al cerrar los ojos, 
cuando no está en tu control ni en el mío nuestras manos y 
trabajan monótonamente hasta desfallecer en sismos del recuerdo, 
y la respiración depende en el eje terrenal, 
volamos con el suelo tocando en nuestras cabezas, 
sólo entre esos sueños te tomó de la mano para salvarnos 
- mas salvarme yo contigo, que sin ti mi sueño es suspenso en el abismo- 
de la soledad, 
y te siento tan cerca, 
tan cerca que te recuerdo 
y te recuerdo cuando fuera de mis ojos 
el que está perdido soy yo, 
el que ya voló a donde las miradas conservan su distancia, 
sin ti, solo, 
y para volver la mirada al mundo se caen mis ojos en busca de tu aroma; 
tú, feliz, viva, despierta, no necesitas volar – a la altura de tus pies ya tienes el cielo, 
la luna, los planetas, las estrellas- 
y en sueños que tienes en recuerdos y realidades respectivas a lo lejos de la experiencia
sonríes, miras, despiertas y regresas; 
regresan mis ojos no satisfechos y conservando tu figura en mi pupila, 
el perfil de tu sonrisa, 
me recuerdan lo que yo me advertí en mí aunque me tenga que alejar, 
pero regresan estás manos 
más en control del corazón que mías o tuyas, 
pierdo mi alrededor por estar otra vez, de regreso escribirte, 
porque tome la pluma y te empecé a  escribir...

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