Cuando el mundo me arrebato mi libertad
fue cuando vi los ojos tan profundos como negros
tan llenos de sueños e iluciones
que parecía hacerles insolencia
a los poetas
sabia ella la realidad de lo que era
sabia yo la fantasía con ella
manejaba por costumbre lo que la rodeaba
y perfeccionaba y corregía lo que dios ha hecho
cuando miraba al cielo con anhelos como respirar
las nubes cubrian al sol, blancas de exceptisimo
al ver que la belleza terrena, sin luz, alumbraba el mundo.
Me quito mi libertad esa sonrisa que blandía con naturalidad
como lo hace un conquistador de tierras desconocidas
y yo no me deje, y me deje, y volví a dejarla
entrar, más por inercia que por querer, a mi mismo
no le oculte nada como amigo
y ella hizo lo que quizo conmigo.
Como cadenas enganchadas a mi rostro sin poder moverlo
de donde ella sembraba su presencia
y cuando cosechaba seres que la cuidasen
yo no era necesario ser esclavo de su escudo.
Entendí después de tiempo que ella nunca cerro
la orquillas que me encerraban a seguirla
-ya sabia que estaba ahí sólo por querer, porque la quería-
