sábado, 28 de enero de 2023

Después de tantos años, después de tantas miradas

 Han pasado ya una buena ración de años, no tantos, no pocos, desde la última ocasión en que te vi, estaba enojado, estaba frustrado, era tonto, soy ingenuo; pensé por un momento que de tu atención necesitaba un poco de sal y pimienta, antes te encontraba en mis ideas y vueltas. Ahora, aunque te busque, ya no estás, aunque te encuentre, ya no eres; sólo un recuerdo que desaparece cada día, como las flores al perder un pétalo, cae un poco de tu memoria; no te he llorado, no quiero desahogarme, quiero ser el río caudaloso que lleva las violentas aguas de tu presencia ya inexistente, sigo viendo tu luz como la estrella que ha tardado toda su existencia en llegar a mis ojos, eres aunque ya no estés. 
A veces imaginó, en la noches más oscuras, sin luna, sin estrellas, sin agua, sin ruido, sin sed, sin ti, que al momento de mi procesión, aquel fatídico día del que nadie en vida quiere mencionar, al momento de cerrar los ojos, justo antes del inminente olvido, aquel último segundo de esta vida, te empiece a recordar, con todos su pétalos, con todo su estruendoso ruido, con cada fragmento de luz de tu brillo tan único, tan tuyo. Pero en el último segundo del reloj, el ultimo grano de arena, que seas mi ultimo suspiro, procuraré con todo lo que me quede vida, prolongarlo hasta que sea una eternidad en el momento. En esta luz, previa a la oscuridad, eres tú.

No hay comentarios: