viernes, 20 de julio de 2012

plata brillante como el reflejo

Se viste su brillante armadura, su escudo resplandece con el sol, y su espada tan afilada y ostentosa; con la fuerza de diez hombres se prepara un verdadero caballero jinete de un caballo de armería y gigantesco como presenciable... Soy de él, aquella conciencia oculta tras la oscuridad de sus hombros, por su espalda, que entra como serpiente por su cuello y atraviesa su cuerpo como veneno, soy la malicia, la desdicha, la desgracia, el caos: el miedo, yo recorro a caída como ventisca su cabello protegido por su casco, pues aquel caballero no se enfrentará a otra bestia más mortífera jamás que está, así como él se preparó, su enemigo también, pues cotejará con su reflejo en el espejo más oscuro e implacable. "Pues no hay nada que le tema más un hombre que a sí mismo y lo que pueda hacer"...

No hay comentarios: